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miércoles, 7 de abril de 2021

Eclipses de Sol y de la Luna

Eclipses de Sol y Luna



Que es un eclipse


Cuando un cuerpo celeste se interpone entre otros dos bloqueando su luz, se produce un eclipse. En la Tierra los tenemos de dos tipos: eclipses de Sol y eclipses de Luna. Según se produzca una de estas situaciones en los eclipses, se habla de zonas de totalidad, de parcialidad o anular, haciendo referencia con ello al tipo de eclipse que se puede observar desde cualquier punto de la superficie terrestre.

Eclipses de Sol


Un eclipse solar consiste en el oscurecimiento total o parcial del Sol que se observa desde un planeta por el paso de un satélite, como por ejemplo el paso de la Luna entre el Sol y la Tierra.


Un eclipse de Sol sólo es visible en una estrecha franja de la superficie de la Tierra. Cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, proyecta sombra en una determinada parte de la superficie terrestre, y un determinado punto de la Tierra puede estar inmerso en el cono de sombra o en el cono de penumbra.

Aquellos que se encuentren en la zona en la cual se proyecta el cono de sombra verán el disco de la Luna superponerse íntegramente al del Sol, y en este caso se tendrá un eclipse solar total. Quienes se encuentren en una zona interceptada por el cono de penumbra, verán el disco de la Luna superponerse sólo en parte al del Sol, y se tiene un eclipse solar parcial.


Se da también un tercer caso, cuando la Luna nueva se encuentra en el nodo a una distancia mayor con respecto a la media, entonces su diámetro aparente es más pequeño con respecto al habitual y su disco no alcanza a cubrir exactamente el del Sol. En estas circunstancias, sobre una cierta franja de la Tierra incide no el cono de sombra sino su prolongación, y se tiene un eclipse solar anular, pues alrededor del disco lunar queda visible un anillo luminoso.

Eclipses de Luna


Un eclipse lunar consiste en el paso de un satélite planetario, como la Luna, por la sombra proyectada por el planeta, de forma que la iluminación directa del satélite por parte del Sol se interrumpe.


Los eclipses lunares tienen lugar únicamente cerca de la fase de luna llena, y pueden ser observados desde amplias zonas de la superficie terrestre, particularmente de todo el hemisferio que no es iluminado por el Sol, siempre que la Luna esté por encima del horizonte.


Normalmente la desaparición de la Luna no es total; su disco queda iluminado por la luz dispersada por la atmósfera terrestre y adquiere un halo rojizo. 

La sombra total o umbra producida por la tierra queda rodeada por una región de sombra parcial llamada penumbra. En las etapas iniciales y postreras del eclipse lunar, la Luna entra en penumbra.

Dependiendo de si la luna entra o no completamente en zona de umbra se pueden distinguir los eclipses totales de Luna, cuando el satélite se sumerge completamente en umbra, los eclipses parciales de Luna, cuando penetra sólo en parte en umbra y sólo una parte de la superficie lunar es visiblemente oscurecida, y los eclipses de penumbra, cuando la Luna pasa sólo a través del cono de penumbra, difícilmente perceptibles a simple vista y únicamente evidentes mediante adecuadas técnicas fotográficas. 

La duración máxima de los eclipses totales de Luna es de 3, 5 horas. Se define la magnitud de un eclipse lunar como la longitud del camino lunar a través de la umbra dividido por el diámetro aparente de la Luna.

Que es umbra y penumbra


La umbra: (en latín: "sombra") es la parte más oscura de una sombra. Dentro de la umbra, la fuente de luz es completamente bloqueada por el objeto que causa la sombra.


Penumbra: (en latín: paene " casi " + umbra "sombra"), donde la fuente lumínica sólo es bloqueada parcialmente.

Cada cuánto ocurre un eclipse solar


Según los expertos, cada año, se registran de uno a cuatro, cinco o hasta seis eclipses lunares.

Un eclipse total de Sol puede llegar a ocurrir cada 200 a 300 años en el mismo punto terrestre. El evento requiere de unas condiciones específicas, por ejemplo, que la Luna esté en conjunción inferior, es decir en luna nueva y que el Sol se encuentre entre los 18 grados y 31 minutos (18° 31’) y 15 grados y 21 minutos (15° 21’) de uno de los nodos de la órbita lunar.

Los eclipses parciales de Sol ocurren cada año, más específicamente cada 18 meses, con una frecuencia promedio de entre 2 a 4 eclipses, pero son raramente vistos desde la Tierra.

El eclipse solar sólo puede ser visible desde un camino limitado de nuestra esfera terrestre, a diferencia, por ejemplo, de los eclipses lunares que pueden ser vistos desde todos los lugares nocturnos de la Tierra.

Como observar un eclipse de Sol


Con respecto a la observación de los eclipses de Sol, deben tenerse una serie de cuidados. Es muy importante recordar que nunca debemos mirar directamente al Sol, y mucho menos durante un eclipse, ya que por más que la Luna tape una porción del disco solar, el brillo que resalta del Sol, alcanza de todos modos para lastimar gravemente nuestros ojos. Por esta razón, los eclipses solares pueden ser observados con seguridad únicamente mediante la utilización de alguno de estos tres métodos:


Con filtros especiales, son difíciles de conseguir, excepto filtros (Mylar, por ejemplo), ningún otro sistema de filtrado de la luz solar es seguro: vidrios ahumados, negativos de fotografía, diskettes, envoltorios aluminizados, etc., no son filtros seguros, ya que permiten el paso de suficiente luz como para llegar a dañar nuestra retina seriamente.


Mediante una proyección a través de un telescopio o larga vistas: la luz que pasa por el instrumento se proyecta sobre una hoja blanca ubicada cerca del ocular del mismo; de esta manera, la imagen es mayor y con mejor resolución que la que se obtiene mediante una cámara oscura. 

Si no se dispone de filtros especiales ni telescopios para proyectar, la forma más segura de ver un eclipse de Sol es mediante una “cámara oscura”: un tubo de cartón o de plástico opaco, con papel aluminio cerrando uno de sus extremos, al cual se le hace un pequeño agujerito con un alfiler, proyectándose la luz que pasa por el mismo sobre un papel manteca cubriendo el otro extremo del tubo. 

Sobre el papel manteca se proyectará la imagen del Sol, que puede ser observada sin ningún riesgo, y cuyo tamaño dependerá únicamente del largo del tubo utilizado.

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